Puebla: que el diccionario detenga las balas

parabolica.mx escribe Fernando Maldonado 

Las intenciones que desde el discurso pretende construir un ambiente de sana competencia electoral en Puebla están por irse a la borda por la presencia indeseable de la parentela criminal en el triángulo rojo, tristemente popularizado por líderes huachicoleros ignorantes, pero sanguinarios.

La presentación en una rueda de prensa celebrada este lunes en la capital de la hija del famoso “Toñín”, Guadalupe Martínez como candidata a la presidencia municipal de Quecholac por el Pacto Social de Integración exhibió el talante intimidatorio del padre, acostumbrado a deslumbrar a labriegos de su región.

Los reporteros de la fuente política advirtieron la presencia de gente de dudosa procedencia y torpe comportamiento, enviados a fotografiar y tomar video de quienes dieron cobertura a la comparecencia de la hija de Antonio Valente Martínez Fuentes y que encabezó otro infractor de la ley: Inés Saturnino López Ponce, un misógino tan ignorante como aquel.

No es la primera vez que los orejas se apersonan en una conferencia de prensa. Se trata de una práctica habitual que se echa a andar desde oficinas gubernamentales o partidistas para conocer a informadores habitualmente incómodos por el estilo en la forma de preguntar y publicar.

Ese tipo de informantes suelen ser por definición entrometidos, pero inofensivos. Dada la convivencia cotidiana, en algunos casos llega a haber camaradería entre trabajadores auténticos de los medios de información y los mirones enviados a tomar datos e imágenes para fichas informativas que casi nunca son utilizadas y en la mayoría de las veces olvidadas en el vetusto cajón de algún funcionario de medio nivel, enmohecido como el archivo que se posee.

La dimensión es otra cuando la hija de un probable líder delictivo aparece en escena para competir en una elección por un cargo público como la presidencia municipal de Quecholac, un caso del que se abundó en la entrega del jueves 14, debido a los alcances que tiene esa postulación (https://parabolica.mx/2024/columnas/parabolica/item/3113-la-candidatura-que-desde-puebla-desmonta-la-narrativa-de-xochitl-galvez).

Los periodistas en activo son sujetos de una enorme presión desde diversos ángulos y esa es una circunstancia con la que hay que lidiar para desventura del lector con mas frecuencia de la deseable. Lo que no se había visto es el intento de intimidación de los enviados de un personaje ¿prófugo? acostumbrado a imponer sus intereses con plata o plomo.

¿A quién en su sano juicio en el proceso electoral conviene un eventual levantón, agresión directa o ejecución de un reportero, foto periodista, columnista o director de un medio de información por el hecho de poner al servicio de la gente interesada información precisa de los orígenes de la abanderada por un diminuto municipio como Quecholac?

Una pregunta que tampoco tiene respuesta es sobre el uso de las imágenes que la mañana de lunes fueron tomadas de los colegas que acudieron a una invitación sólo para recibir reproches disfrazadas de explicaciones y exabruptos por la reprobable conducta de Saturnino López Ponce cuando como edil de Tecamachalco envió a un incondicional a arrojar dinero en efectivo en una sesión de cabildo a la regidora Ruth Zárate.

Torpes como suelen conducirse, el padre de la candidata, Inés Saturnino López Ponce -también abanderado a edil de Tecamachalco- y el dirigente del Pacto Social de Integración, Carlos Navarro Corro, aliado del Partido Acción Nacional, acaban de colocar un ingrediente indeseable a la contienda: el riesgo latente de una agresión directa en contra de quien les resulta particularmente incómodo para obtener sus intereses.

Por el bien del proceso: que el diccionario detenga las balas (dixit Sabina). La violencia y polarización que se echó a andar desde el war room de la campaña del Partido Acción Nacional el día de la elección en 2018 en Puebla debía ser una lección suficientemente aprendida. Los órganos del Estado, las dirigencias de partidos y la sociedad deberá condenar, o estaremos condenados a repetir la traumática experiencia.

@FerMaldonadoMX

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